miércoles, 4 de agosto de 2010

Daroca 2010. La guerra de los dos Pedros

Con motivo de la celebración del mercado medieval de Daroca, para recrear la Guerra de los dos Pedros, la cual enfrenta a Castilla y Aragon, nos reunimos con amigos y conocidos, entre otros estaban: Calatravos de Alcañiz, Anima Ensis, Arqueros del rey Jaime, Compañía del norte, Mesnaderos menesterosos y Cancerberos de Aragón, estos últimos organizando el evento.El viernes 23 de julio partimos desde Madrid acompañados de dos nuevas compañeras, Teresa y su hija Irene, las cuales recientemente se han unido a nuestras filas. Con ilusión y ganas de disfrutar el fin de semana llegamos a Daroca reencontrándonos con la gente. Cena, charlas y ricas bebidas amenizaron la noche que debía terminar temprano, pues al día siguiente tocaba madrugar para empezar el que hacer del día.
El día comenzó temprano, había que montar el estandarte, el cual íbamos a estrenar esa misma mañana y le quedaban aun unos últimos retoques. Carrera para aquí, nervios de última hora por allá y por fin lo tuvimos todo listo para partir. Nuestro destino: la llamada Puerta Alta de la Ciudad, si ciudad, titulo recibido hace ya unos siglos.
Tropas castellanas y tropas aragonesas marcharon juntas por la calle principal hasta la plaza de Santiago, donde nuestros anfitriones nombraron uno a uno a cada uno de los grupos para entregarnos una carta de bienvenida. Tras ello el grupo Ferruza realizo una exhibición de combates de uno contra uno para entretener a los asistentes.
Una vez terminada la exhibición continuamos con el desfile por las calles de la ciudad llegando a la Puerta Baja.

La hora de comer nos había alcanzado y era hora de reponer fuerzas para la batalla de la tarde. De agradecer la comida y el placer de poder descansar en la piscina, conseguido por nuestros anfitriones, lo cual hizo mas llevadero el realizar una recreación en verano.

Sobre las ocho de la tarde reagrupamos filas y todos los grupos se cargaron con sus hierros rumbo a la batalla: Se dieron las últimas instrucciones, castellanos y aragoneses se dividieron para el desfile que debía llevarles a la Puerta Baja.

Nuestros capitanes parlamentaron, pero no hubo acuerdo, así que tras varias acometidas los de Aragón se llevaron la victoria. Ellos fueron valientes, pero los castellanos lo fueron igualmente y, la historia es la historia, debían ganar las tropas aragonesas.

La anécdota de la batalla la protagonizaron Marques y Barón, dos buenos ejemplares de Pastor Alemán, que dieron un buen susto a su dueño haciendo aparición en la batalla tras un descuido de este.


Y así entre unas cosas y otras, llego la noche. La cena entre amigos fue aprovechada para celebrar el cumpleaños de varios de los asistentes y en recuerdo de algunos que por demasiado pequeños no estaban presentes.

Esa noche no acabo temprano, a pesar de que al día siguiente tocaba desfilar por última vez. Lo cual se noto en los cuerpos de los asistentes que aguantaron como campeones.

Una nueva comida entre amigos, fue la despedida de un buen fin de semana, por el cual desde aquí los miembros de Baira dan las gracias a los anfitriones deseando poder volver a repetir el año que viene.